Gilberto Díaz (28) quien fue atacado cuando cuidaba una casa que fue incendiada por agresores, falleció ayer miércoles tras estar internado desde el pasado domingo a la madrugada en el hospital Samic de Oberá, donde fue ingresado en grave estado tras ser agredido en la localidad de El Soberbio. Hay un intenso operativo urbano y rural en busca de los presuntos autores.
El papá de Gilberto sostuvo que encontró tendido e inconsciente a su hijo frente a la casa que supuestamente estaba cuidando y estaba totalmente incendiada, en paraje Capibara.
Desde el mismo domingo a la madrugada, la Unidad Regional VIII se encuentra en pleno operativo de búsqueda de los presuntos agresores. Presumiblemente Gilberto habría sido atacado por un grupo de personas que a su vez incendiaron la casa en la que estaba, aún no se confirmó si era su propiedad ya que aparentemente pertenecía a su hermano, consignaron fuentes policiales.
Osmar P. quien era amigo y habitaba junto a la víctima en la casa, contó lo sucedido a la Policía y manifestó también haber sido agredido aunque logró escapar para ir a contarla al padre de Gilberto, que vive a unos 6 kilómetros del lugar.
Investigación y pericias
En el lugar del hecho, frente al inmueble incendiado, los peritos de la Policía hallaron un plomo deformado, dos vainas servidas calibre 44, una vaina servida de escopeta calibre 16, 1 cartucho deformado calibre 36 y entre las malezas se secuestró dos machetes , un rifle aire comprimido adaptado para calibre 22 conteniendo un cartucho percutado.
Se trata de establecer si el joven fue atacado en represalia por una situación determinada o si había un conflicto cuyo trasfondo era de vieja data.
El papá de Gilberto sostuvo que encontró tendido e inconsciente a su hijo frente a la casa que supuestamente estaba cuidando y estaba totalmente incendiada, en paraje Capibara.
Desde el mismo domingo a la madrugada, la Unidad Regional VIII se encuentra en pleno operativo de búsqueda de los presuntos agresores. Presumiblemente Gilberto habría sido atacado por un grupo de personas que a su vez incendiaron la casa en la que estaba, aún no se confirmó si era su propiedad ya que aparentemente pertenecía a su hermano, consignaron fuentes policiales.
Osmar P. quien era amigo y habitaba junto a la víctima en la casa, contó lo sucedido a la Policía y manifestó también haber sido agredido aunque logró escapar para ir a contarla al padre de Gilberto, que vive a unos 6 kilómetros del lugar.
Investigación y pericias
En el lugar del hecho, frente al inmueble incendiado, los peritos de la Policía hallaron un plomo deformado, dos vainas servidas calibre 44, una vaina servida de escopeta calibre 16, 1 cartucho deformado calibre 36 y entre las malezas se secuestró dos machetes , un rifle aire comprimido adaptado para calibre 22 conteniendo un cartucho percutado.
Se trata de establecer si el joven fue atacado en represalia por una situación determinada o si había un conflicto cuyo trasfondo era de vieja data.
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