El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva rechazó las acusaciones de corrupción y lavado de dinero de la Fiscalía y, en un irónico y largo discurso en San Pablo, dijo que si le prueban algún delito "irá caminando hasta la comisaría para su detención, como la gente va a pie a Aparecida del Norte para pagar por sus pecados".
"Estoy hablando como un ciudadano indignado", declaró Lula y calificó las acusaciones de corrupción en su contra de "mentira" que se propone "acabar" con su vida política, como epílogo a la reciente destitución de su sucesora Dilma Rousseff.
"Como en un enredo de folletín, crearon un epílogo: eligieron a [Michel] Temer, destituyeron a Dilma y después a [el diputado Eduardo] Cunha; y ahora quieren destruir la vida política de Lula", afirmó este jueves el exmandatario (2003-2010), que podría volver a presentarse a las elecciones de 2018.
De acuerdo con el expresidente de 70 años, que fue acusado de ser el "máximo comandante de la red de corrupción en Petrobras" por el fiscal Deltan Dallagnol, la Fiscalía no presentó ninguna prueba en su contra y sólo lo acusó con base en "convicciones" de los fiscales y para satisfacer el "odio" de las élites brasileñas.
Durante su alocución, Lula recordó su vida, destacó su perfil de "obrero metalúrgico sin título universitario" y declaró sentirse "orgulloso de haber creado el mayor partido de izquierda de América Latina".
"Creo que en Brasil pocas personas tienen una vida tan pública y escrudiñada como la mía. Y eso desde que me convertí en líder sindical en 1978, 1979", aseguró.
"Tengo la conciencia tranquila y estoy de buen humor. Me conozco, sé de dónde vengo, sé a dónde voy, sé quien quiere verme afuera y quien quiere que vuelva", dijo.
El expresidente se emocionó hasta las lágrimas cuando recordó, con la voz quebrada, la que considera su "mayor conquista": la del derecho para todos los brasileños "de andar con la cabeza erguida".
Además, aseguró que el PT fue el partido que más hizo para fortalecer las instituciones brasileñas y luchar contra la corrupción con leyes como la de Acceso a la Información.
"Nadie está por encima de la ley. Ni el ex presidente, ni el Fiscal General, ni el Ministro de la Corte Suprema", agregó.
Esta mañana, otros líderes del PT pidieron al Ministerio Público que investigue al presidente Michel Temer y cuestionaron la supuesta "parcialidad" de la Justicia.
"Esa conferencia de prensa fue un espectáculo mediático para denigrar a Lula, yo le pediría al Ministerio Público que investigue a Temer(...) que fue denunciado de recibir 10 millones de reales (3,3 millones dólares)", dijo el senador Lindbergh Farias.
Según Dallagnol, Lula recibió unos 3,7 millones de reales (1,1 millones de dólares al cambio actual) "en sobornos pagados disimuladamente".
Afirmó también que la constructora OAS, una de las principales involucradas en la trama político-empresarial de sobornos en Petrobras, hizo favores al expresidente mediante la reforma de un departamento tríplex y de un contrato falso de almacenamiento de bienes personales.
La denuncia también alcanzó a la esposa del exmandatario, Marisa Leticia Lula da Silva, como presunta copropietaria del departamento.
El "Petrolao" fue un sistema que operó durante una década en la estatal Petrobras, por el cual las mayores constructoras de Brasil sobornaban a ejecutivos de la compañía a cambio de contratos.
Las empresas sobrefacturaban las obras y el excedente generado era luego distribuido entre los partidos políticos como el PT y el PMDB para financiar sus campañas y entre los participantes para su enriquecimiento personal.
Dallagnol definió como "sobornocracia" este sistema de desvío de fondos diseñado, según dijo, con el objetivo de "perpetuarse criminalmente en el poder, enriquecerse ilícitamente y corromper la gobernabilidad".
En su presentación, Dallagnol citó un estudio de la Policía Federal que indicó que el "perjuicio total" ocasionado por el fraude podría ascender a los 42.000 millones de reales (unos 12.700 millones de dólares9.
"Estoy hablando como un ciudadano indignado", declaró Lula y calificó las acusaciones de corrupción en su contra de "mentira" que se propone "acabar" con su vida política, como epílogo a la reciente destitución de su sucesora Dilma Rousseff.
"Como en un enredo de folletín, crearon un epílogo: eligieron a [Michel] Temer, destituyeron a Dilma y después a [el diputado Eduardo] Cunha; y ahora quieren destruir la vida política de Lula", afirmó este jueves el exmandatario (2003-2010), que podría volver a presentarse a las elecciones de 2018.
De acuerdo con el expresidente de 70 años, que fue acusado de ser el "máximo comandante de la red de corrupción en Petrobras" por el fiscal Deltan Dallagnol, la Fiscalía no presentó ninguna prueba en su contra y sólo lo acusó con base en "convicciones" de los fiscales y para satisfacer el "odio" de las élites brasileñas.
Durante su alocución, Lula recordó su vida, destacó su perfil de "obrero metalúrgico sin título universitario" y declaró sentirse "orgulloso de haber creado el mayor partido de izquierda de América Latina".
"Creo que en Brasil pocas personas tienen una vida tan pública y escrudiñada como la mía. Y eso desde que me convertí en líder sindical en 1978, 1979", aseguró.
"Tengo la conciencia tranquila y estoy de buen humor. Me conozco, sé de dónde vengo, sé a dónde voy, sé quien quiere verme afuera y quien quiere que vuelva", dijo.
El expresidente se emocionó hasta las lágrimas cuando recordó, con la voz quebrada, la que considera su "mayor conquista": la del derecho para todos los brasileños "de andar con la cabeza erguida".
Además, aseguró que el PT fue el partido que más hizo para fortalecer las instituciones brasileñas y luchar contra la corrupción con leyes como la de Acceso a la Información.
"Nadie está por encima de la ley. Ni el ex presidente, ni el Fiscal General, ni el Ministro de la Corte Suprema", agregó.
Esta mañana, otros líderes del PT pidieron al Ministerio Público que investigue al presidente Michel Temer y cuestionaron la supuesta "parcialidad" de la Justicia.
"Esa conferencia de prensa fue un espectáculo mediático para denigrar a Lula, yo le pediría al Ministerio Público que investigue a Temer(...) que fue denunciado de recibir 10 millones de reales (3,3 millones dólares)", dijo el senador Lindbergh Farias.
Según Dallagnol, Lula recibió unos 3,7 millones de reales (1,1 millones de dólares al cambio actual) "en sobornos pagados disimuladamente".
Afirmó también que la constructora OAS, una de las principales involucradas en la trama político-empresarial de sobornos en Petrobras, hizo favores al expresidente mediante la reforma de un departamento tríplex y de un contrato falso de almacenamiento de bienes personales.
La denuncia también alcanzó a la esposa del exmandatario, Marisa Leticia Lula da Silva, como presunta copropietaria del departamento.
El "Petrolao" fue un sistema que operó durante una década en la estatal Petrobras, por el cual las mayores constructoras de Brasil sobornaban a ejecutivos de la compañía a cambio de contratos.
Las empresas sobrefacturaban las obras y el excedente generado era luego distribuido entre los partidos políticos como el PT y el PMDB para financiar sus campañas y entre los participantes para su enriquecimiento personal.
Dallagnol definió como "sobornocracia" este sistema de desvío de fondos diseñado, según dijo, con el objetivo de "perpetuarse criminalmente en el poder, enriquecerse ilícitamente y corromper la gobernabilidad".
En su presentación, Dallagnol citó un estudio de la Policía Federal que indicó que el "perjuicio total" ocasionado por el fraude podría ascender a los 42.000 millones de reales (unos 12.700 millones de dólares9.
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