El plan estaba destinado a combatir enfermedades bucodentales. Se derogó en medio de denuncias por irregularidades
El Ministerio de Salud decretó el fin del Programa Nacional "Argentina Sonríe", destinado a combatir enfermedades bucodentales.
El plan fue anunciando en diciembre de 2014 por la entonces Presidente de la Nación Cristina Kirchner, y era encabezado por la odontóloga Rocío García, la mujer del diputado nacional de La Cámpora Máximo Kirchner, quien ahora es ministra de Salud de la provincia de Santa Cruz.
García estaba secundada también por María Belén Gallardo, nuera del legislador Julio de Vido, y Elena Morán, madre del diputado Andrés "Cuervo" Larroque. Ambas ocupaban la Dirección Nacional de Salud Bucodental y la Coordinación Nacional, respectivamente.
La derogación del programa, publicada hoy en el Boletín Oficial, se justificó debido a razones de índole técnico, aunque lo cierto es que, desde hace meses, la iniciativa se vio envuelta en una serie de investigaciones y denuncias periodísticas sobre presuntos desmanejos en la gestión.
Según el ministro de Salud, Jorge Lemus, el programa "no alcanzó a dar cumplimiento con las políticas públicas de salud establecidas al momento de su creación, ya que no fue dirigido a las poblaciones vulnerables, habiéndose desarrollado en provincias con un bajo índice de infecciones bucales y alta cobertura de la salud".
"La falta de continuidad de operativos durante un año le permitió al Programa Nacional Argentina Sonríe sólo llegar a tres provincias de las veintitrés que conforman el territorio argentino", añadió la resolución 1828-E/2016 firmada por Lemus, que entrará en vigencia en las próximas 24 horas.
De acuerdo con el informe "El estado del Estado", elaborado por la gestión de Mauricio Macri en diciembre pasado, el Ministerio de Salud kirchnerista invirtió 80 millones de pesos en la compra de 50 ómnibus y equipamiento para el programa dental. Durante su año de funcionamiento, el equipo sólo hizo once viajes, seis de ellos a Santa Cruz y el resto a Buenos Aires y Entre Ríos. Muchos micros nunca prestaron servicios.
Sobre la continuidad de este tipo de asistencia sanitaria, el gobierno nacional aclaró en su resolución que las intenciones del programa ya "se encuentran contempladas en los objetivos de la Dirección Nacional de Salud Bucodental".
Denuncias
La ex ministra de Salud de la Nación Graciela Ocaña afirmó en declaraciones al diario Perfil que en "Argentina Sonríe" hubo desvíos por casi 4 millones de pesos, de una inversión total de 233 millones, y afirmó que realizará una denuncia judicial. "Gastaron millones para comprar merchandising de campaña más que materiales para arreglar los dientes de los chicos", aseguró la diputada.
A su vez, el viceministro de Salud, Néstor Pérez Baliño, explicó: "Cuando asumimos, nos encontramos con que la directora nacional (María Belén Gallardo) se acercó a comentar sobre problemas que existían en Argentina Sonríe, por lo que iniciamos una auditoría y aparecieron todos estos problemas".
Apareció también como sospechosa la contratación de la firma Callmed SA, una firma cuyos directivos están procesados por un fraude de $22 millones al Estado. Al momento de su incorporación a "Argentina Sonríe", Callmed ya contaba con una advertencia de funcionarios de la ONU, una auditoría interna del Ministerio del Interior y una causa judicial. Ninguno de estos antecedentes bastó para frenar el proceso de contratación directa.
El Ministerio de Salud decretó el fin del Programa Nacional "Argentina Sonríe", destinado a combatir enfermedades bucodentales.
El plan fue anunciando en diciembre de 2014 por la entonces Presidente de la Nación Cristina Kirchner, y era encabezado por la odontóloga Rocío García, la mujer del diputado nacional de La Cámpora Máximo Kirchner, quien ahora es ministra de Salud de la provincia de Santa Cruz.
García estaba secundada también por María Belén Gallardo, nuera del legislador Julio de Vido, y Elena Morán, madre del diputado Andrés "Cuervo" Larroque. Ambas ocupaban la Dirección Nacional de Salud Bucodental y la Coordinación Nacional, respectivamente.
La derogación del programa, publicada hoy en el Boletín Oficial, se justificó debido a razones de índole técnico, aunque lo cierto es que, desde hace meses, la iniciativa se vio envuelta en una serie de investigaciones y denuncias periodísticas sobre presuntos desmanejos en la gestión.
Según el ministro de Salud, Jorge Lemus, el programa "no alcanzó a dar cumplimiento con las políticas públicas de salud establecidas al momento de su creación, ya que no fue dirigido a las poblaciones vulnerables, habiéndose desarrollado en provincias con un bajo índice de infecciones bucales y alta cobertura de la salud".
"La falta de continuidad de operativos durante un año le permitió al Programa Nacional Argentina Sonríe sólo llegar a tres provincias de las veintitrés que conforman el territorio argentino", añadió la resolución 1828-E/2016 firmada por Lemus, que entrará en vigencia en las próximas 24 horas.
De acuerdo con el informe "El estado del Estado", elaborado por la gestión de Mauricio Macri en diciembre pasado, el Ministerio de Salud kirchnerista invirtió 80 millones de pesos en la compra de 50 ómnibus y equipamiento para el programa dental. Durante su año de funcionamiento, el equipo sólo hizo once viajes, seis de ellos a Santa Cruz y el resto a Buenos Aires y Entre Ríos. Muchos micros nunca prestaron servicios.
Sobre la continuidad de este tipo de asistencia sanitaria, el gobierno nacional aclaró en su resolución que las intenciones del programa ya "se encuentran contempladas en los objetivos de la Dirección Nacional de Salud Bucodental".
Denuncias
La ex ministra de Salud de la Nación Graciela Ocaña afirmó en declaraciones al diario Perfil que en "Argentina Sonríe" hubo desvíos por casi 4 millones de pesos, de una inversión total de 233 millones, y afirmó que realizará una denuncia judicial. "Gastaron millones para comprar merchandising de campaña más que materiales para arreglar los dientes de los chicos", aseguró la diputada.
A su vez, el viceministro de Salud, Néstor Pérez Baliño, explicó: "Cuando asumimos, nos encontramos con que la directora nacional (María Belén Gallardo) se acercó a comentar sobre problemas que existían en Argentina Sonríe, por lo que iniciamos una auditoría y aparecieron todos estos problemas".
Apareció también como sospechosa la contratación de la firma Callmed SA, una firma cuyos directivos están procesados por un fraude de $22 millones al Estado. Al momento de su incorporación a "Argentina Sonríe", Callmed ya contaba con una advertencia de funcionarios de la ONU, una auditoría interna del Ministerio del Interior y una causa judicial. Ninguno de estos antecedentes bastó para frenar el proceso de contratación directa.