E l entonces jefe del organismo recaudador hizo el pedido tras la primera vuelta electoral de 2015
En las últimas horas del 25 de octubre de 2015 las dudas sobre la continuidad del kirchnerismo comenzaban a crecer. El resultado de la primera vuelta de la elección presidencial, para muchos inesperado, ponía un paso adelante a Mauricio Macri en la batalla electoral. Así lo interpretó el entonces jefe de la Administración General de Ingresos Públicos (AFIP), Ricardo Echegaray, quien no aguardó a la segunda vuelta y dejó una orden clara: borrar toda la información del disco rígido de su computadora oficial.
La maniobra del ex funcionario fue detectada en una auditoría interna de la AFIP, luego de que la justicia federal de Bahía Blanca solicitara peritar esa computadora en el marco del expediente conocido como "facturas truchas", que protagoniza el empresario kirchnerista Lázaro Báez. Los documentos y correos electrónicos que mandó eliminar Echegaray que podrían ser de interés para la Justicia, según publicó La Nación.
Más allá de si la supresión de datos podría constituir un delito o no, la acción podría perjudicar al ex recaudador en otras causas en las que está involucrado, como Ciccone o la investigación por delitos de administración fraudulenta en perjuicio de la administración pública y negociaciones incompatibles con el ejercicio de funciones públicas.
En las últimas horas del 25 de octubre de 2015 las dudas sobre la continuidad del kirchnerismo comenzaban a crecer. El resultado de la primera vuelta de la elección presidencial, para muchos inesperado, ponía un paso adelante a Mauricio Macri en la batalla electoral. Así lo interpretó el entonces jefe de la Administración General de Ingresos Públicos (AFIP), Ricardo Echegaray, quien no aguardó a la segunda vuelta y dejó una orden clara: borrar toda la información del disco rígido de su computadora oficial.
La maniobra del ex funcionario fue detectada en una auditoría interna de la AFIP, luego de que la justicia federal de Bahía Blanca solicitara peritar esa computadora en el marco del expediente conocido como "facturas truchas", que protagoniza el empresario kirchnerista Lázaro Báez. Los documentos y correos electrónicos que mandó eliminar Echegaray que podrían ser de interés para la Justicia, según publicó La Nación.
Más allá de si la supresión de datos podría constituir un delito o no, la acción podría perjudicar al ex recaudador en otras causas en las que está involucrado, como Ciccone o la investigación por delitos de administración fraudulenta en perjuicio de la administración pública y negociaciones incompatibles con el ejercicio de funciones públicas.
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