Es por los intereses de la colocación en bonos de parte de los fondos devueltos por Macri.
"Estamos en el mejor de los mundos", aseguran desde la Superintendencia de Servicios de Salud (SSS), el organismo encargado de controlar a las obras sociales, una de las cajas que Mauricio Macri le entregó al sindicalismo apenas llegó al Gobierno. Es que en las oficinas de Diagonal Norte al 500, a metros de la Casa Rosada, las buenas noticias fluyen. A horas de la marcha convocada al Congreso por organizaciones sociales, de la que participarán la central obrera, y después de la media sanción en el Senado de la Ley de Emergencia Social, los gremios balancean el ajuste y su relación con Macri con un engrosamiento de las cuentas: según confirmaron a Infobae desde la SSS, el organismo dirigido por Luis Scervino, hombre de José Luis Lingeri, embolsó por estos días 950 millones de pesos extra correspondientes al primer pago de los intereses por la colocación en bonos de una parte de los miles de millones del Fondo Solidario de Redistribución que el Gobierno le devolvió a los sindicatos en agosto pasado. Una especie de bono de fin de año vital para los gremios destinado al pago de prestaciones médicas.
Desde que Macri desembarcó en la Casa Rosada, los gremios calmaron parte de la ansiedad política y social con el reintegro de una buena porción de los 27.000 millones de pesos que el kirchnerismo tenía retenidos hasta diciembre del año pasado, destinados por la Superintendencia de Servicios de Salud para el pago de tratamientos médicos de alto costo de las obras sociales o para financiarlas. En agosto, el Presidente oficializó con un multitudinario acto en Casa de Gobierno, rodeado de la primera línea sindical, la devolución de los fondos: 4.500 millones destinados a una cuenta de emergencia para asistir financieramente a las obras sociales y 15.000 millones colocados en BONAR 20, que ahora dieron su primer rédito trimestral de 950 millones de pesos de intereses que ingresarán al Fondo Solidario de Redistribución. Una cifra monumental si se tiene en cuenta que, por ejemplo, el costo fiscal del bono de fin de año para los empleados estatales anunciado ayer por el ministro Andrés Ibarra es de 350 millones de pesos.
Para colmo, Scervino, de diálogo directo con Macri, también había recaudado 2.704 millones de pesos de excedente del 2015 correspondientes al pago de prestaciones de alto costo del Sistema SUR (Subsidios por Reintegros), ex APE (Administración de Programas Especiales), el programa que cobró notoriedad hace unos años por la denominada "mafia de los medicamentos", la mega causa que involucró a varias de las obras sociales de los gremios y a ex funcionarios K.
"Estamos en el mejor de los mundos", aseguran desde la Superintendencia de Servicios de Salud (SSS), el organismo encargado de controlar a las obras sociales, una de las cajas que Mauricio Macri le entregó al sindicalismo apenas llegó al Gobierno. Es que en las oficinas de Diagonal Norte al 500, a metros de la Casa Rosada, las buenas noticias fluyen. A horas de la marcha convocada al Congreso por organizaciones sociales, de la que participarán la central obrera, y después de la media sanción en el Senado de la Ley de Emergencia Social, los gremios balancean el ajuste y su relación con Macri con un engrosamiento de las cuentas: según confirmaron a Infobae desde la SSS, el organismo dirigido por Luis Scervino, hombre de José Luis Lingeri, embolsó por estos días 950 millones de pesos extra correspondientes al primer pago de los intereses por la colocación en bonos de una parte de los miles de millones del Fondo Solidario de Redistribución que el Gobierno le devolvió a los sindicatos en agosto pasado. Una especie de bono de fin de año vital para los gremios destinado al pago de prestaciones médicas.
Desde que Macri desembarcó en la Casa Rosada, los gremios calmaron parte de la ansiedad política y social con el reintegro de una buena porción de los 27.000 millones de pesos que el kirchnerismo tenía retenidos hasta diciembre del año pasado, destinados por la Superintendencia de Servicios de Salud para el pago de tratamientos médicos de alto costo de las obras sociales o para financiarlas. En agosto, el Presidente oficializó con un multitudinario acto en Casa de Gobierno, rodeado de la primera línea sindical, la devolución de los fondos: 4.500 millones destinados a una cuenta de emergencia para asistir financieramente a las obras sociales y 15.000 millones colocados en BONAR 20, que ahora dieron su primer rédito trimestral de 950 millones de pesos de intereses que ingresarán al Fondo Solidario de Redistribución. Una cifra monumental si se tiene en cuenta que, por ejemplo, el costo fiscal del bono de fin de año para los empleados estatales anunciado ayer por el ministro Andrés Ibarra es de 350 millones de pesos.
Para colmo, Scervino, de diálogo directo con Macri, también había recaudado 2.704 millones de pesos de excedente del 2015 correspondientes al pago de prestaciones de alto costo del Sistema SUR (Subsidios por Reintegros), ex APE (Administración de Programas Especiales), el programa que cobró notoriedad hace unos años por la denominada "mafia de los medicamentos", la mega causa que involucró a varias de las obras sociales de los gremios y a ex funcionarios K.