El sistema, denunciado como una “forma moderna de esclavitud”, supone que una familia entrega a una de sus hijas a otra de mayores ingresos, a cambio de alimentación y educación. Pero suelen terminar explotadas como empleadas domésticas
El caso de una adolescente que trabajaba como empleada doméstica y que supuestamente fue forzada a ingerir soda cáustica por sus empleadores ha vuelto a exponer en Paraguay la realidad del "criadazgo", que afecta al 2,5% de los menores de edad en el país y que ha sido denunciado como una "forma moderna de esclavitud" por varias organizaciones.
La adolescente, de 15 años, se encuentra internada en un hospital de Asunción después de que el viernes ingiriera ese componente, presuntamente obligada por la esposa del empleador, ambos residentes en la ciudad de Pedro Juan Caballero, frontera con Brasil.
La pareja, que está imputada por tentativa de homicidio y tortura, se encuentra prófuga y ha sido declarada en rebeldía, informó hoy martes la Fiscalía.
La víctima se encuentra fuera de peligro, pero padece lesiones en el esófago y en el estómago, según los medios locales.
Por su parte, la Coordinadora de Derechos Humanos del Paraguay (Codehupy) dijo este martes en un comunicado que el caso vuelve "a demostrar el drama que atraviesan miles de niñas sometidas al régimen de criadazgo".
Según la Codehupy, el criadazgo, sistema por el que una familia entrega a uno de sus hijos a otra de mayores ingresos, a cambio de alimentación y educación, "está incluido en la lista de las peores formas de trabajo infantil".
"La persistencia del criadazgo pone en estado de vulnerabilidad a cientos de niñas, niños y adolescentes, lo cual crea las condiciones para la explotación laboral en forma de servidumbre, además de maltratos y abusos", afirmó la organización.
Recordó además que el Estado paraguayo se comprometió a eliminar esa práctica durante el Examen Periódico Universal (EPU) del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, en 2016.
La Codehupy también subraya que Paraguay firmó en 2001 el "Convenio sobre la prohibición de las peores formas de trabajo infantil y la acción inmediata para su eliminación", de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
La OIT define como las peores formas de trabajo infantil a la esclavitud y prácticas similares, como la venta y trata de niños, la servidumbre por deudas y la condición de siervo, según el comunicado de la Codehupy.
Asimismo, la Codehupy recuerda que la adolescente Carolina Marín, de 14 años, falleció hace un año en el centro de Paraguay, supuestamente por los golpes que le dio el dueño de la casa donde trabajaba, un militar retirado que fue encarcelado e imputado por homicidio doloso.
La esclavitud a través del criadazgo, junto con el matrimonio infantil, el embarazo forzado y el abuso sexual, son cuatro de las amenazas que afectan a menores paraguayas a partir de los 10 años, según un informe de 2016 del Fondo de Población de la ONU (UNFPA).
(Con información de EFE)
El caso de una adolescente que trabajaba como empleada doméstica y que supuestamente fue forzada a ingerir soda cáustica por sus empleadores ha vuelto a exponer en Paraguay la realidad del "criadazgo", que afecta al 2,5% de los menores de edad en el país y que ha sido denunciado como una "forma moderna de esclavitud" por varias organizaciones.
La adolescente, de 15 años, se encuentra internada en un hospital de Asunción después de que el viernes ingiriera ese componente, presuntamente obligada por la esposa del empleador, ambos residentes en la ciudad de Pedro Juan Caballero, frontera con Brasil.
La pareja, que está imputada por tentativa de homicidio y tortura, se encuentra prófuga y ha sido declarada en rebeldía, informó hoy martes la Fiscalía.
La víctima se encuentra fuera de peligro, pero padece lesiones en el esófago y en el estómago, según los medios locales.
Por su parte, la Coordinadora de Derechos Humanos del Paraguay (Codehupy) dijo este martes en un comunicado que el caso vuelve "a demostrar el drama que atraviesan miles de niñas sometidas al régimen de criadazgo".
Según la Codehupy, el criadazgo, sistema por el que una familia entrega a uno de sus hijos a otra de mayores ingresos, a cambio de alimentación y educación, "está incluido en la lista de las peores formas de trabajo infantil".
"La persistencia del criadazgo pone en estado de vulnerabilidad a cientos de niñas, niños y adolescentes, lo cual crea las condiciones para la explotación laboral en forma de servidumbre, además de maltratos y abusos", afirmó la organización.
Recordó además que el Estado paraguayo se comprometió a eliminar esa práctica durante el Examen Periódico Universal (EPU) del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, en 2016.
La Codehupy también subraya que Paraguay firmó en 2001 el "Convenio sobre la prohibición de las peores formas de trabajo infantil y la acción inmediata para su eliminación", de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
La OIT define como las peores formas de trabajo infantil a la esclavitud y prácticas similares, como la venta y trata de niños, la servidumbre por deudas y la condición de siervo, según el comunicado de la Codehupy.
Asimismo, la Codehupy recuerda que la adolescente Carolina Marín, de 14 años, falleció hace un año en el centro de Paraguay, supuestamente por los golpes que le dio el dueño de la casa donde trabajaba, un militar retirado que fue encarcelado e imputado por homicidio doloso.
La esclavitud a través del criadazgo, junto con el matrimonio infantil, el embarazo forzado y el abuso sexual, son cuatro de las amenazas que afectan a menores paraguayas a partir de los 10 años, según un informe de 2016 del Fondo de Población de la ONU (UNFPA).
(Con información de EFE)
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