Según declaró Giménez, el tenia a su mascota en el interior de su domicilio y bajo todas las medidas de seguridad y cuidado pertinentes, vacunado, con collar y correa. “No era un perro agresivo, pero si podía asustar por sus rasgos”.
El viernes pasado cuando regresó a su casa, un vecino le anticipó que su perro no se encontraba bien, cuando se acercó pudo constatar que no reaccionaba cuando lo llamaba, y al tocarlo vio que estaba muerto.
“Nadie vio nada, pero se notaba que el perro había muerto hace poquito, estaba todo golpeado y se le caía el cuero”, expresó con dolor Carlos.
“El veterinario me dijo que lo quemaron vivo, y que es probable que antes le hayan tirado comida con algún veneno muy fuerte”, agrego el dueño.