Los Últimos Caballos de Tiro en Yakarta: Un Legado Colonial al Borde de la Extinción

 Los Últimos Caballos de Tiro en Yakarta: Un Legado Colonial al Borde de la Extinción



En un oscuro y deteriorado establo bajo una concurrida autopista en Yakarta , la capital de Indonesia, los camiones rugen a pocos metros de caballos demacrados que permanecen atados a columnas. Sus cuerpos, marcados por las duras condiciones de vida, muestran costillas salientes y pelajes opacos. Estos animales, antaño orgullosos corceles, son los últimos representantes de una tradición colonial que sobrevive a duras penas en una ciudad moderna dominada por aplicaciones de transporte y vehículos motorizados.


El Declive de los Carruajes Tradicionales

Estos caballos pertenecen a los conductores de los delman , carruajes de madera que alguna vez fueron un medio de transporte esencial durante la era colonial holandesa. En aquel entonces, los delman eran omnipresentes en las calles de Yakarta (entonces Batavia), utilizados tanto para el transporte de personas como de mercancías. Hoy, sin embargo, estos carruajes están prácticamente relegados a la nostalgia, desplazados por automóviles, motocicletas y servicios de transporte como Gojek o Grab.


A pesar de su declive, algunos conductores de delman aún resisten, ofreciendo sus servicios principalmente en áreas turísticas o barrios periféricos donde el transporte moderno es menos accesible. Sin embargo, la realidad para ellos y sus caballos es cada vez más sombría.


Condiciones Precarias

La vida de los caballos de tiro refleja la marginalización de esta práctica cultural. Los establos improvisados bajo la autopista son un ejemplo de las difíciles condiciones en las que viven estos animales. A menudo carecen de acceso adecuado a agua limpia, comida nutritiva y atención veterinaria. Muchos están exhaustos debido al trabajo extenuante y a las largas jornadas bajo el implacable sol tropical de Yakarta.


Las imágenes de estos caballos, con sus cuerpos frágiles y miradas cansadas, han generado preocupación entre los defensores de los derechos de los animales. Organizaciones locales e internacionales han pedido medidas urgentes para mejorar su bienestar, pero hasta ahora, los esfuerzos han sido insuficientes.


Una Lucha Contra la Modernidad

Para los conductores de delman, conocidos como kusir , esta no es solo una forma de ganarse la vida, sino también una conexión con el pasado. Muchos de ellos provienen de generaciones de familias dedicadas a este oficio, transmitido de padres a hijos. Sin embargo, en una ciudad que crece vertiginosamente y se moderniza a pasos agigantados, los kusir enfrentan presiones económicas enormes.


"Es difícil competir con las aplicaciones de transporte", dice uno de los conductores, mientras acaricia el cuello de su caballo. "Pero esto es lo único que sé hacer. No tengo otra opción".


Aunque algunos turistas y residentes locales aún optan por montar en un delman por su valor nostálgico o cultural, los ingresos son escasos y apenas alcanzan para cubrir los gastos básicos, dejando poco margen para invertir en el cuidado de los caballos.


Un Futuro Incierto

El destino de los delman y sus caballos parece incierto. Mientras algunos activistas abogan por prohibir esta práctica por considerarla inhumana, otros argumentan que eliminar los delman significaría borrar una parte importante de la historia y cultura de Yakarta. Además, los kusir, quienes dependen exclusivamente de este trabajo, quedarían sin medios de subsistencia.


Una posible solución sería implementar regulaciones más estrictas para garantizar el bienestar de los caballos, junto con programas de apoyo económico para los conductores, ayudándoles a adaptarse a nuevas formas de empleo. Sin embargo, en una ciudad tan densamente poblada y competitiva como Yakarta, estas propuestas enfrentan serios desafíos logísticos y financieros.


Un Símbolo de Resistencia Cultural

Más allá de su función práctica, los delman representan un vínculo tangible con el pasado colonial de Indonesia. Para muchos, ver un carruaje tirado por un caballo en las bulliciosas calles de Yakarta es un recordatorio de cómo ha cambiado la ciudad a lo largo de los años. Pero también plantea preguntas sobre qué partes de esa historia vale la pena preservar y cómo equilibrar el progreso con la tradición.


Por ahora, los últimos caballos de tiro siguen luchando, tanto literal como figurativamente, contra el tiempo y la modernidad. Su destino, como el de los hombres que los conducen, está en manos de una sociedad que debe decidir si puede encontrar espacio para ellos en un futuro cada vez más tecnológico.


Fuente: Observaciones de campo y testimonios locales.

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