Irán refuerza su estrategia aérea en un contexto de creciente tensión regional
En medio de una escalada militar en Medio Oriente, la situación aérea de Irán se encuentra en el centro del debate estratégico. Frente a una superioridad tecnológica y numérica de las flotas de combate regionales, especialmente la israelí, la nación persa evalúa alternativas para modernizar sus capacidades defensivas y ofensivas.
Si bien Irán conserva una fuerza aérea considerada obsoleta en varios aspectos, recientes maniobras geopolíticas le han permitido acceder a tecnología más avanzada, incluyendo cazas multifunción y sistemas antiaéreos de largo alcance. La adopción de drones, misiles hipersónicos y escudos defensivos diversificados refuerza un enfoque más híbrido, orientado a disuadir incursiones aéreas y compensar su limitada aviación táctica.
Expertos sostienen que el fortalecimiento de la defensa antiaérea y el entrenamiento progresivo de pilotos podría equilibrar parcialmente las condiciones en un eventual conflicto. La presencia de alianzas estratégicas y transferencias tecnológicas apunta a que Irán busca recuperar protagonismo aéreo sin depender exclusivamente del poder aéreo convencional.
La región observa con atención. Cualquier movimiento en esta partida aérea podría redefinir los equilibrios de poder y encender nuevas tensiones en un entorno ya de por sí volátil.