Se había anticipado que el Gobierno iba a tomar medidas esta semana para detener la sangría de dólares de las reservas. Y el anticipo se cumplió. Se decidió que los fondos de inversión contabilicen los bonos en dólares a pesos al tipo de cambio oficial. En otras palabras, los clientes de los bancos que tienen dinero en fondos de bonos en dólares vieron caer el valor de sus carteras. Ahora se les hace imposible salir de esos fondos sin asumir fuertes pérdidas. Deben quedarse y esperar a cobrar todos los cupones o que venzan los distintos bonos.
Lo cierto es que la medida derrumbó a la bolsa, los títulos públicos y fortaleció al dólar libre que, si bien cerró a 15,94 pesos, después de hora se pagó a 16 pesos.
Los bonos fueron los más afectados por la medida porque ahora los inversores institucionales, particularmente las compañías de seguros, temen que la medida les llegue a ellos.
Por eso recuerdan como "un favor" que hace un tiempo los obligaran a vender una parte de su cartera en dólares. "Por lo menos la colocamos al dólar libre", recordó el gerente financiero de una de las empresas.
La medida no abarca, por ahora, a los inversores individuales o a las empresas que pueden vender los bonos al mismo valor de antes. Pero el apresuramiento para deshacerse de los títulos hizo que se derrumbara el precio hasta más de 7 por ciento.
También va a afectar al crédito que se consigue con garantía de bonos para comprar nuevos bonos o acciones. El aforo de esos bonos en garantía era de 20 por ciento, pero ahora esa operación se va a encarecer o trabar porque nadie quiere tener como garantía títulos que pueden modificar su valor en pesos caprichosamente. Todos los que operan con títulos temen quedar atrapados por una medida similar en algún momento.
Por supuesto que la medida traba todas las operaciones de dólar cable y de dólar bolsa que se hacían con bonos en divisas. Además redujo el precio del dólar contado con liquidación en 60 centavos a 13,50 pesos. La mayoría de las operaciones para hacerse de dólares en el exterior son con bonos.
En el exterior los ADR's (certificados de tenencia de acciones) no tuvieron la caída que se esperaba pero resulta significativo que los bancos tuvieran una fuerte baja el lunes. Alguien sabía algo que los demás desconocían. De hecho Macro perdió casi 6 por ciento y al día siguiente, cuando se tomó la medida, bajó 3,31 por ciento.
En tanto, en el Mercado Abierto Electrónico (MAE), la principal plaza de títulos públicos donde operan los bancos, se duplicó el monto de negocios a 3.590 millones de pesos. El gran comprador de los títulos depreciados fue el Banco Central que, de esta manera, recompuso su cartera de bonos que se había debilitado en los últimos tiempos por las ventas que se hicieron para mantener bajo control al dólar libre.
El Boden 2015 que vence el 3 de octubre y es el bono más parecido al dólar billete, bajó 5,63 por ciento. Comprar este título hoy equivale a comprar dólares a 13,75 pesos. El único riesgo que hay que asumir es que a dos semanas de su vencimiento el Ministerio de Economía no salga con ninguna sorpresa. Si se pagan en dólares billete como indican las condiciones de emisión, los compradores de este papel al nuevo precio, pueden ganar más de 16 por ciento.
Pero cada vez que se toma una medida tan arbitraria como la de los bonos en los fondos de inversión, es inevitable que surja la desconfianza.
El derrumbe de los bonos más largos fue más grande. El Bonar X que vence en 2017 perdió 7,69 por ciento y el Bonar 2024, 7,01 por ciento.
La venta de dólar ahorro fue 12,81 millones. Como los compradores fueron 23.475, el promedio por persona fue de 544 dólares.
"Deben estar muy apretados con las reservas para tomar semejante medida que hace imposible que ingrese un dólar a la Argentina", señaló un operador. "Se van a tener que aguantar la presión sobre el dólar porque ahora van a ser más los que van a querer billetes".
En el Forex-MAE, la principal plaza mayorista de cambios, la mesa de dinero del Banco Central no vendió dólares. Pero en su lugar salió el Banco Nación que colocó alrededor de 40 millones.
La caída del euro, la libra esterlina y el oro hicieron que las reservas perdieran 68 millones de dólares de su valor. Además se pagaron 36 millones por importaciones de energía, 34 millones por compras de material ferroviario y se le canceló 1 millón a Brasil.
A pesar de estas salidas de dólares, el Banco Central comunicó que sus reservas subieron 1 millón a 33.386 millones de dólares.
La Bolsa fue muy afectada por la medida. Los negocios subieron 140 por ciento a 322 millones de pesos, señal de que los vendedores se agolparon para vender. A nadie le interesó defender los precios. Esto explica que el índice Merval de las acciones líderes perdiera 6,05 por ciento.
Petrobras, afectada además por la devaluación del real que comenzó a cotizar a su mínimo valor histórico y por la caída del petróleo, cedió 9,49 por ciento. YPF bajó 6,59 por ciento. En dos días la petrolera local perdió casi 14 por ciento.
Los bancos también se vieron afectados. Macro se derrumbó 7,48 por ciento; Galicia 7,20 por ciento y Francés, 5,88 por ciento.
Para hoy se espera una rueda tensa porque puede haber recompra de algunos bonos y venta de otros, en particular los más largos.
El dólar, la pieza más sensible de este rompecabezas, parece listo para buscar nuevos récords de precios.
Lo cierto es que la medida derrumbó a la bolsa, los títulos públicos y fortaleció al dólar libre que, si bien cerró a 15,94 pesos, después de hora se pagó a 16 pesos.
Los bonos fueron los más afectados por la medida porque ahora los inversores institucionales, particularmente las compañías de seguros, temen que la medida les llegue a ellos.
Por eso recuerdan como "un favor" que hace un tiempo los obligaran a vender una parte de su cartera en dólares. "Por lo menos la colocamos al dólar libre", recordó el gerente financiero de una de las empresas.
La medida no abarca, por ahora, a los inversores individuales o a las empresas que pueden vender los bonos al mismo valor de antes. Pero el apresuramiento para deshacerse de los títulos hizo que se derrumbara el precio hasta más de 7 por ciento.
También va a afectar al crédito que se consigue con garantía de bonos para comprar nuevos bonos o acciones. El aforo de esos bonos en garantía era de 20 por ciento, pero ahora esa operación se va a encarecer o trabar porque nadie quiere tener como garantía títulos que pueden modificar su valor en pesos caprichosamente. Todos los que operan con títulos temen quedar atrapados por una medida similar en algún momento.
Por supuesto que la medida traba todas las operaciones de dólar cable y de dólar bolsa que se hacían con bonos en divisas. Además redujo el precio del dólar contado con liquidación en 60 centavos a 13,50 pesos. La mayoría de las operaciones para hacerse de dólares en el exterior son con bonos.
En el exterior los ADR's (certificados de tenencia de acciones) no tuvieron la caída que se esperaba pero resulta significativo que los bancos tuvieran una fuerte baja el lunes. Alguien sabía algo que los demás desconocían. De hecho Macro perdió casi 6 por ciento y al día siguiente, cuando se tomó la medida, bajó 3,31 por ciento.
En tanto, en el Mercado Abierto Electrónico (MAE), la principal plaza de títulos públicos donde operan los bancos, se duplicó el monto de negocios a 3.590 millones de pesos. El gran comprador de los títulos depreciados fue el Banco Central que, de esta manera, recompuso su cartera de bonos que se había debilitado en los últimos tiempos por las ventas que se hicieron para mantener bajo control al dólar libre.
El Boden 2015 que vence el 3 de octubre y es el bono más parecido al dólar billete, bajó 5,63 por ciento. Comprar este título hoy equivale a comprar dólares a 13,75 pesos. El único riesgo que hay que asumir es que a dos semanas de su vencimiento el Ministerio de Economía no salga con ninguna sorpresa. Si se pagan en dólares billete como indican las condiciones de emisión, los compradores de este papel al nuevo precio, pueden ganar más de 16 por ciento.
Pero cada vez que se toma una medida tan arbitraria como la de los bonos en los fondos de inversión, es inevitable que surja la desconfianza.
El derrumbe de los bonos más largos fue más grande. El Bonar X que vence en 2017 perdió 7,69 por ciento y el Bonar 2024, 7,01 por ciento.
La venta de dólar ahorro fue 12,81 millones. Como los compradores fueron 23.475, el promedio por persona fue de 544 dólares.
"Deben estar muy apretados con las reservas para tomar semejante medida que hace imposible que ingrese un dólar a la Argentina", señaló un operador. "Se van a tener que aguantar la presión sobre el dólar porque ahora van a ser más los que van a querer billetes".
En el Forex-MAE, la principal plaza mayorista de cambios, la mesa de dinero del Banco Central no vendió dólares. Pero en su lugar salió el Banco Nación que colocó alrededor de 40 millones.
La caída del euro, la libra esterlina y el oro hicieron que las reservas perdieran 68 millones de dólares de su valor. Además se pagaron 36 millones por importaciones de energía, 34 millones por compras de material ferroviario y se le canceló 1 millón a Brasil.
A pesar de estas salidas de dólares, el Banco Central comunicó que sus reservas subieron 1 millón a 33.386 millones de dólares.
La Bolsa fue muy afectada por la medida. Los negocios subieron 140 por ciento a 322 millones de pesos, señal de que los vendedores se agolparon para vender. A nadie le interesó defender los precios. Esto explica que el índice Merval de las acciones líderes perdiera 6,05 por ciento.
Petrobras, afectada además por la devaluación del real que comenzó a cotizar a su mínimo valor histórico y por la caída del petróleo, cedió 9,49 por ciento. YPF bajó 6,59 por ciento. En dos días la petrolera local perdió casi 14 por ciento.
Los bancos también se vieron afectados. Macro se derrumbó 7,48 por ciento; Galicia 7,20 por ciento y Francés, 5,88 por ciento.
Para hoy se espera una rueda tensa porque puede haber recompra de algunos bonos y venta de otros, en particular los más largos.
El dólar, la pieza más sensible de este rompecabezas, parece listo para buscar nuevos récords de precios.
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