Un estudio científico confirma que las mujeres están más dispuestas a relaciones sexuales entre ellas. Por qué esto no ocurre con los hombres
La sexualidad femenina es mucho más fluida que la de los hombres, y esto podría ser el resultado del diseño evolutivo, según una nueva teoría. El psicólogo especializado en evolución Satoshi Kanazawa propone en un estudio que esta característica de las mujeres -más presente en este sexo que en el masculino- surgió como un mecanismo para "reducir el conflicto y la tensión entre las esposas de matrimonios polígamos".
Ser sexualmente fluido permite que las mujeres estén cómodas teniendo relaciones sexuales con otras mujeres mientras que logran reproducirse de manera exitosa con su marido. Esta propuesta fue publicada en Biological Reviews bajo el nombre de "Los posibles orígenes evolutivos de la fluidez sexual femenina", y ofrece una explicación científica de cómo la sexualidad de la mujer difiere de la masculina.
Las personas de ambos sexos pueden ser sexualmente fluidas, lo que significa que no adhieren a una identidad sexual en particular, y pueden cambiar sin problemas entre identidades homosexuales, bisexuales y heterosexuales. Sin embargo, estudios demostraron que esto es mucho más común entre las mujeres que entre los hombres.
La sexualidad femenina es mucho más fluida que la de los hombres, y esto podría ser el resultado del diseño evolutivo, según una nueva teoría. El psicólogo especializado en evolución Satoshi Kanazawa propone en un estudio que esta característica de las mujeres -más presente en este sexo que en el masculino- surgió como un mecanismo para "reducir el conflicto y la tensión entre las esposas de matrimonios polígamos".
Ser sexualmente fluido permite que las mujeres estén cómodas teniendo relaciones sexuales con otras mujeres mientras que logran reproducirse de manera exitosa con su marido. Esta propuesta fue publicada en Biological Reviews bajo el nombre de "Los posibles orígenes evolutivos de la fluidez sexual femenina", y ofrece una explicación científica de cómo la sexualidad de la mujer difiere de la masculina.
Las personas de ambos sexos pueden ser sexualmente fluidas, lo que significa que no adhieren a una identidad sexual en particular, y pueden cambiar sin problemas entre identidades homosexuales, bisexuales y heterosexuales. Sin embargo, estudios demostraron que esto es mucho más común entre las mujeres que entre los hombres.