C on una actuación para el recuerdo, Tony 70 hizo bailar a todos en la segunda fecha de la Copa Argentina de Wakeboard. La lluvia sólo amagó y tanto la grilla deportiva como la artística se sucedieron sin alteraciones. Para esta tarde están previstas las series finales de cada categoría y el cierre musical a cargo de Fidel Nadal.
Una de las principales características de la fecha de wakeboard en el Club de Río es la unión de la parte deportiva con múltiples actividades recreativas, demos de deportes y extremos y una cartelera artística que año a año presenta propuestas novedosas, convirtiéndose así en una caldera de sorpresas.
Cómo catalogar de “sorpresa” la actuación de un grupo con dos décadas pisando escenarios? Pues para el público misionero, sí lo es. Martín Elías comanda una maquinaria perfecta de funk, disco y soul, con impronta negra y el alma con sabor a rock. Con unos teclados que hicieron de colchón sonoro para el resto de la banda, Elías, frontman carismático si los hay, se adueña del escenario y la fiesta con la solvencia de un viejo veterano en las artes de eso de hacer bailar. Además, el uso del talk-box, un recurso sonoro que los más veteranos recordarán en Peter Frampton y su pegajosa “Baby I love your way”, en tanto que los que acusen DNI y no Libreta de Enrolamiento lo habrán escuchado en manos de Richie Sambora y la no menos pegajosos “Its my life”, de los Bon Jovi.
Cata, una dama total
Un arranque furioso con Prince, Michael Jackson y Stevie Wonder marcó la cancha de qué es lo que pretende Catarina Spinetta escondida detrás de su laptop color de la plata y audífonos del color del oro. Música con sabor negro condimentada con el uso a discreción de efectos,convirtiendo viejos clásicos en versiones frescas e ideales para mover la patita. Sin ninguna alaraca más que un arsenal de canciones movedizas, algunas más dignas de los escaparates de la FM100 que de la colección de discos de la hija de DIOS, Cata Spinetta pasó música a la vera del río Paraná. Antes aún, los Hamptons dieron cátedra de vocalización con su rocksteady a mitad de camino entre el reggae y el ska.
Comenzar por el comienzo
El jueves por la mañana el panorama climático no fue de lo más alentador. De todas maneras no fue problema para que el club se ponga a punto para empezar a recibir a centenares de visitantes de diferentes puntos de la provincia. Para cerrar la noche hubo un asado de camaradería bajo la ambientacion de Dj Rafleck.
Para la segunda jornada las nubes grises coparon el cielo que por momentos frenaban las competiciones. Entrada la tarde los rayos del sol del atardecer comenzaron a vencer al gris y se apoderaron del horizonte, dejando la pista acuática a los pies del Teyu Cuaré hecha un espejo ideal para la práctica del wakeboard.
Una de las principales características de la fecha de wakeboard en el Club de Río es la unión de la parte deportiva con múltiples actividades recreativas, demos de deportes y extremos y una cartelera artística que año a año presenta propuestas novedosas, convirtiéndose así en una caldera de sorpresas.
Cómo catalogar de “sorpresa” la actuación de un grupo con dos décadas pisando escenarios? Pues para el público misionero, sí lo es. Martín Elías comanda una maquinaria perfecta de funk, disco y soul, con impronta negra y el alma con sabor a rock. Con unos teclados que hicieron de colchón sonoro para el resto de la banda, Elías, frontman carismático si los hay, se adueña del escenario y la fiesta con la solvencia de un viejo veterano en las artes de eso de hacer bailar. Además, el uso del talk-box, un recurso sonoro que los más veteranos recordarán en Peter Frampton y su pegajosa “Baby I love your way”, en tanto que los que acusen DNI y no Libreta de Enrolamiento lo habrán escuchado en manos de Richie Sambora y la no menos pegajosos “Its my life”, de los Bon Jovi.
Cata, una dama total
Un arranque furioso con Prince, Michael Jackson y Stevie Wonder marcó la cancha de qué es lo que pretende Catarina Spinetta escondida detrás de su laptop color de la plata y audífonos del color del oro. Música con sabor negro condimentada con el uso a discreción de efectos,convirtiendo viejos clásicos en versiones frescas e ideales para mover la patita. Sin ninguna alaraca más que un arsenal de canciones movedizas, algunas más dignas de los escaparates de la FM100 que de la colección de discos de la hija de DIOS, Cata Spinetta pasó música a la vera del río Paraná. Antes aún, los Hamptons dieron cátedra de vocalización con su rocksteady a mitad de camino entre el reggae y el ska.
Comenzar por el comienzo
El jueves por la mañana el panorama climático no fue de lo más alentador. De todas maneras no fue problema para que el club se ponga a punto para empezar a recibir a centenares de visitantes de diferentes puntos de la provincia. Para cerrar la noche hubo un asado de camaradería bajo la ambientacion de Dj Rafleck.
Para la segunda jornada las nubes grises coparon el cielo que por momentos frenaban las competiciones. Entrada la tarde los rayos del sol del atardecer comenzaron a vencer al gris y se apoderaron del horizonte, dejando la pista acuática a los pies del Teyu Cuaré hecha un espejo ideal para la práctica del wakeboard.