El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha ordenado la reapertura y ampliación de la histórica prisión de Alcatraz, con el objetivo de albergar a los delincuentes "más despiadados y violentos" del país. La cárcel, cerrada en 1963 y convertida en una atracción turística, volvería a funcionar como centro de máxima seguridad. Trump anunció la medida a través de su cuenta en Truth Social, afirmando que "ya no toleraremos a esos delincuentes reincidentes que siembran la podredumbre, el derramamiento de sangre y el caos en nuestras calles" .
La orden implica que la Oficina Federal de Prisiones, junto con el Departamento de Justicia, el Departamento de Seguridad Interna y el FBI, trabajen en la reconstrucción y reapertura de la prisión. Trump también sugirió que inmigrantes indocumentados podrían ser enviados a Alcatraz cuando se reabra. Esta medida se suma a otras decisiones controvertidas del presidente, como enviar inmigrantes con antecedentes penales a la prisión de Guantánamo y al Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot) en El Salvador .
La reapertura de Alcatraz ha generado críticas por parte de algunos sectores políticos y defensores de los derechos humanos, quienes cuestionan la viabilidad y legalidad de la medida. Actualmente, la prisión es administrada por el Servicio de Parques Nacionales y es considerada un Monumento Histórico Nacional.