Golpe a la defensa rusa: Ucrania daña el sistema S-400 en un ataque que cambia las reglas del juego
Informe Especial
Ucrania volvió a tomar la delantera militar con un ataque que impactó de lleno en una de las joyas estratégicas del Kremlin: el sistema de defensa aérea S-400 Triumf. Considerado por expertos como el escudo más sofisticado de Rusia, el sistema fue blanco de una ofensiva precisa que logró inutilizar parte de su capacidad operativa.
El S-400 es el arma insignia del aparato defensivo ruso, diseñado para interceptar misiles, aviones y amenazas aéreas a largas distancias. Su despliegue ha sido clave en zonas de alta sensibilidad militar, lo que convierte este daño en un duro revés simbólico y logístico para Moscú.
Este ataque refleja dos movimientos claves del conflicto: por un lado, la evolución del armamento ucraniano y su capacidad para vulnerar sistemas considerados casi impenetrables; por otro, la creciente exposición de las bases rusas, incluso en áreas donde se suponía que el dominio aéreo estaba asegurado.
El hecho no solo golpea la infraestructura militar, sino que también instala nuevas preguntas sobre la efectividad de la estrategia de defensa rusa ante un enemigo cada vez más tecnológico y audaz. En el campo de batalla, los símbolos importan, y Ucrania parece estar enviando uno claro: ningún objetivo está fuera de alcance.